jueves, 24 de mayo de 2018

A veces callamos

A veces callamos
porque nada de lo que escuchamos
se parece
a lo que queremos oír,
porque las preguntas de los demás
se dan por vencidas,
porque creemos que nuestra opinión
no va a interesar.
A veces callamos
porque tenemos el cuerpo en el presente
y la cabeza en otro tiempo,
en otro modo
o en otro lugar,
callamos,
porque tenemos mucho  que decir
y nos perdemos
buscando la punta de la hebra
que necesitamos
para empezar a tirar.
A veces,
acumulamos tantas sílabas sin unir,
que el peso de arrastrarlas
nos explota
y abre agujeros de cañón
en el pecho.
Esta boca
que es amiga del secreto,
sabe que negó la vida
a todas las cosas
que pudo y debió de contar.

El silencio puede ocupar su lugar
y la voz su asiento,
ahora vais a escuchar
todo lo que el silencio cayó
y la voz no supo explicar.
Atento todo el mundo!,
la poesía va a comenzar.